Después de varias semanas trabajando de la mano con un equipo calificado y experimentado en la nube, de reconocer dónde estábamos, de predecir nuestros próximos movimientos, de accionar toda nuestra potencia con procesos analíticos robustos y de tener respuestas claras para nuestra organización, llega el momento de crear.

En la cuarta fase y última, vas a querer desarrollar nuevos productos, estrategias y aplicaciones de toda la información con la que cuentas.

Aunque los organismos de todos los tamaños son conscientes de que la analítica aporta un gran valor al centro, a menudo se ve el proyecto como un gasto que no siempre están dispuestos a asumir.

De todo el conocimiento analizado vienen las oportunidades de desarrollo e ingresos. Aprovechar ese potencial es la cuarta y última etapa de la madurez analítica. Para éste momento, el rector, la mesa directiva y el director pedagógico están aprovechando los datos y el análisis utilizados previamente para obtener información y predicciones para impulsar una nueva innovación, como un nuevo servicio o una función mejorada dentro de un producto existente.

Además, en la fase de creación, puedes ver una oportunidad de posicionar los datos o los análisis en sí mismos como un producto que otras audiencias puedan usar. Por ejemplo, los conocimientos dinámicos recopilados a través de reportes o cuadros de mando básicos, pueden ser enviados a ministerios de educación o a padres de familia para conocer el desarrollo de los alumnos.

Las organizaciones inteligentes crean bucles de retroalimentación y pueden reconocer y canalizar las posibles ideas que surjan de toda esa analítica a los diferentes equipos.

Algunos ejemplos de la analítica como producto son:
- Un banco recurrió inicialmente a sus datos analíticos para predecir los clientes de riesgo y ayudar al personal a anticipar y reaccionar mejor ante esas situaciones de retención. Los mismos datos acabaron impulsando mejoras en sus aplicaciones de banca móvil.
- Una organización de software de seguridad acumuló una sólida colección de datos mientras supervisaba varios puntos finales en busca de posibles intrusiones. Se dieron cuenta de que el análisis y la exposición de estos datos, trazaban en gran medida posibles ciberataques y eran evitados. Entendieron que era la forma perfecta de mostrar a los a los clientes el valor que ofrecía el servicio. Cuando no pasaba "nada", los clientes lo ganaban todo.
- Una organización de reparto lanzó un nuevo servicio y una nueva fuente de ingresos con los fabricantes al compartir sus datos sobre las entregas de paquetes. Al agregar la información de los clientes sobre cosas como el tipo de bienes de los productos entregados, la frecuencia de los pedidos y las preferencias de los vecinos, los fabricantes podían comprender mejor las tendencias de compra y perfeccionar sus esfuerzos de marketing.

Como demuestran estas soluciones del mundo real, las oportunidades de desarrollo de nuevos productos son numerosas y sólo están limitadas por la información disponible en tu organización.

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